Adultos
Hay muchas problemáticas que pueden desencadenar sufrimiento en el adulto. Ya sea estrés laboral, problemas de pareja, dificultades familiares, problemas de relación, etc. Nosotros ayudamos a la persona a encontrar nuevas vías por las que resolver estos problemas cotidianos y así apaciguar el malestar.
Los problemas más frecuentes en los adultos son:
Ansiedad
La ansiedad puede tener muy diversas causas. En algunas ocasiones, se puede saber la causa y entonces trabajar desde ahí. Pero en general, lo que conocemos es el efecto. Por ejemplo en la agorafobia, que es un tipo de ansiedad en el que salir a la calle produce pánico, el efecto de la ansiedad es la imposibilidad de salir a la calle. En estos casos, es necesaria la ayuda psicológica para poder resolver los problemas de ansiedad y minimizar al máximo las consecuencias negativas que la ansiedad sostenida acarrea.
Depresión
En la depresión, hay un sentimiento de vacío y tristeza persistente y continuo a lo largo del tiempo. En general, se acompaña de la pérdida de interés por todo lo que nos rodea y pensamientos negativos acerca del futuro.
Por otro lado, un estado depresivo en general ocasiona problemas de pareja, trastornos en el sueño (insomnio o hipersomnia), disminución de la capacidad de concentración, falta de decisión, etc. Cuanto más tiempo se mantiene el estado depresivo, peores son sus consecuencias para la persona y su entorno. Es por eso, que es importante tratar iniciar el tratamiento a la mayor brevedad.
Problemas de pareja
En muchas ocasiones, las exigencias de nuestro día a día, hacen que descuidemos nuestras relaciones, o no tengamos tiempo para que evolucionen con nosotros. Los problemas de pareja son una fuente de mucho estrés para ambos, creando ansiedad. Es importante en estos casos contar con la ayuda de un psicólogo para poder reflexionar sobre uno mismo y desarrollar nuevas habilidades para resolver estos problemas.
Trastornos de sueño
El sueño es la manera en que el cuerpo se recupera para prepararse de cara al nuevo día. Esto tiene una importancia fundamental para el funcionamiento de nuestro organismo. De hecho, es tan necesario que una persona podría resistir más tiempo sin comer que sin dormir.
Aunque hay muchos trastornos del sueño, el más frecuente sin duda es el insomnio. Hay que darle importancia, ya que esto puede tener consecuencias sobre la salud.
Terapia de pareja
En general, las parejas suelen atravesar diferentes etapas. Aunque cada pareja es particular sí hay algunas fases que podemos diferenciar en muchas parejas. Estas fases son:
Etapa inicial o de enamoramiento: En esta fase, la pareja se conoce y se enamora. En este momento se minimizan los problemas y las diferencias, llegando en algunos casos a creer que se tienen los mismos valores.
Etapa de Compromiso: Durante esta etapa, aumenta la responsabilidad como pareja. Se necesita entonces tener habilidades como pareja para resolver los problemas que se van planteando. En esta fase, ya no se minimizan las diferencias, sino que se empieza a tener consciencia clara de ellas. Se empieza a definir la posición de cada uno en la pareja.
Etapa de conflicto por el poder: Se establece en esta etapa una lucha por dejar aflorar nuestra individualidad, resaltando las diferencias individuales y las propias reglas y valores que queremos que sean respetados en la relación. Suele ser una etapa de conflictos.
Etapa de la independencia: Esta fase suele coincidir con la crianza de los niños y una intensa actividad laboral. Es, por tanto una etapa más estresante debido a las tensiones generadas por las circunstancias. En esta etapa es necesario que exista un equilibrio entre la individualidad y la pareja, para poder superar estas tensiones.
Etapa de reconciliación: En esta etapa, comenzamos a valorar de manera positiva las diferencias individuales y se conceptualizan como un enriquecimiento mutuo. Además, somos conscientes de nuestros puntos fuertes y nuestras flaquezas y nos responsabilizamos de ello.
El curso de la pareja es complicado, ya que cada persona viene de una familia diferente, con una educación particular y una manera singular de ver el mundo. Es por ello que muchas veces surgen conflictos y desgaste en la pareja, llegando a pensar que no tiene futuro. Es importante comenzar una terapia de pareja lo antes posible para que el desgaste no imposibilite una nueva oportunidad.
En la terapia de pareja, además de valorar los problemas comunes y las interacciones sintomáticas, también se realiza una fase de la terapia que es individual, en la que cada miembro tiene la oportunidad de expresar y trabajar sus propias dificultades.
Las sesiones conjuntas comienzan cuando ya se ha realizado un trabajo individual, de esta manera hay aspectos que ya se han solucionado en las sesiones individuales.
Consideramos que es muy importante que cada miembro de la pareja entienda de qué manera está alimentando el conflicto, para que tengan las herramientas adecuadas que les sirvan en futuros conflictos.
Embarazo
Los embarazos pueden reactivar conflictos psicológicos no resueltos y estos causan ansiedad a muchos niveles, pudiendo terminar generando un embarazo de alto riesgo.
Las futuras mamas, desde el momento en que reciben la información de su médico del embarazo, pueden generar una sintomatología ansiógena que deben aprender a controlar tanto por el beneficio de ella como de su bebé.
En ocasiones durante el embarazo hay que hacer frente a nuevas enfermedades, como la diabetes gestacional, la hipertensión, las enfermedades previas a su embarazo o embrionarias… en los que por los tiempos de espera entre citas médicas y las dudas sin resolver pueden terminar generando un cuadro ansioso muy perjudicial para madre e hijo. También se pueden generar cuadros ansiógenos en la adaptación laboral y en la nueva estructura familiar.
En estas situaciones el consejo y asesoramiento psicológico es prioritario.
Paternidad
La paternidad es una nueva situación para ambos miembros de la pareja y que repercutirá en la relación de forma importante. Esto puede plantear muchas dudas y miedos que antes no estaban en juego.
Por ello, en muchas ocasiones es importante el apoyo psicológico, para ver cuáles son los estilos de educación de cada uno de los miembros de la pareja, cómo conciben la infancia y la paternidad. Todas estas cuestiones son muy importantes que es necesario elaborar para prevenir conflictos futuros.
Son muchas las parejas sanas que ante la decisión de concebir un hijo, presentan infinidad de dudas y miedos que si no se resuelven, dificultarán cada vez más la concepción, este es el llamado “Síndrome de la Infertilidad”.
Ofrecemos terapia psicológica a aquellos futuros padres y madres que presentan problemas relacionados con la maternidad. Es muy frecuente que estos problemas generen sentimientos de culpa y frustración. Valoramos y potenciaremos las capacidades que tienen, mejorando su estado de ánimo y generando una visión más esperanzadora ante la futura maternidad.
Entendemos que son muchas las causas que pueden provocar angustia a futuros madres y padres, desde el Gabinete, canalizaremos esa angustia que provocan las preocupaciones sobre las enfermedades que padece la madre antes del embarazo o dificultades que se le sucederían ante el embarazo, problemas laborales, económicos, de pareja, familiares, etc.