En Labco queremos ayudar a concienciar a los pacientes de la importancia de llevar una correcta nutrición y un control de los alimentos que ingerimos para prevenir enfermedades.
Los ácidos “Omega-3” tan de moda desde la década de los 90 y en boca de muchos especialistas en nutrición y dietética, son considerados como esenciales y beneficiosos para la salud desde el año 1930.
La denominación “Omega-3” es el nombre común asignado para el conjunto de unas grasas comunes en animales y vegetales que son beneficiosas y esenciales para la salud en general, ya que intervienen en el correcto funcionamiento de algunos procesos fisiológicos. Además son esenciales, lo que indica que no siempre pueden ser sintetizados por nuestro organismo, por lo que deben ser aportados a través de los alimentos o suplementos alimenticios.
Fig. Estructura química de un ácido omega 3 (DHA: ácido docosahexanoico).
Entre las fuentes naturales de Omega-3 destacan por su gran concentración de los mismos: los aceites de pescados (especialmente pescado azul: salmón y sardinas), algas y otros aceites vegetales (lino, semillas de calabaza).
Una de las mayores fuentes naturales de Omega-3 es el pescado azul (Salmón)
¿Por qué son beneficiosos para la salud?
La ingesta de alimentos ricos en omega-3 proporciona una mejora notable en la salud del consumidor, un nivel óptimo de Omega-3 es clave para preservar la salud y evitar el desarrollo de enfermedades.
En el aspecto cardiovascular dotan al organismo de un menor riesgo de de ataques de corazón y de infartos ya que:
Reduce la presión arterial y los niveles de grasa en sangre.
Previene los coágulos: reduce el riesgo de endurecimiento de las arterias y mejora la dilatación de los vasos sanguineos.
Mejoran la reacción en los procesos inflamatorios.
Para mujeres embarazas son especialmente importantes ya que son fundamentales tanto para el desarrollo neuronal del feto como durante los primeros meses de vida del recién nacido, debido a que se vincula el déficit de estos ácidos grasos con el desarrollo de trastornos de atención e hiperactividad.
Finalmente, en personas mayores de 50 año, la deficiencia en la alimentación de Omega-3 puede provocar trastornos en el sistema nervioso.
¿Cómo controlar nuestro nivel de Omega-3?
Labco Quality Diagnostics pone a disposición del paciente y especialistas la prueba más moderna y específica de medición del nivel de estos nutrientes en el organismo.
Esta prueba es el Índice Omega-3 que evalúa la presencia en el organismo de los principales ácidos grasos Omega-3 aportados tanto a través de la alimentación como a través de su síntesis en el organismo.
Los valores del Índice Omega-3 se clasifican en cuatro categorías que nos sirven para evaluar nuestra salud cardiovascular y cerebral, por lo que está disponible para todas aquellas personas que deseen gestionar proactivamente su salud y especialmente indicado para:
Pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Pacientes con enfermedades crónicas: asma, alteraciones metabólicas o inflamatorias.
Pacientes con bajo estado de ánimo o depresión.
Niños con sospecha de trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Durante el embarazo, con el fin de asegurar el correcto aporte nutricional al feto.
Con los datos del análisis, el médico podrá aconsejarle el procedimiento más adecuado.
Desde Labco Quality Diagnostics queremos animar a todas las personas que se preocupan por su salud a prevenir el posible desarrollo de enfermedades y a modificar sus hábitos inadecuados a tiempo.
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